Antes de iniciar el proceso de documentación para la inmigraciòn, tenía programado un viaje con unos colegas a un congreso a Seattle, WA. USA. Como está muy cerca de la frontera con Canadá, decidimos conocer Vancouver.
Para obtener la visa de turista hicimos el proceso a través de una agencia de viajes y enviamos en bloque los seis pasaportes con la respectiva documentación. Estuvo muy demorada la respuesta y solicitaron un documento adicional sobre el trabajo de cada uno, sin embargo luego solicitaron de nuevo la invitación al congreso de Estados Unidos. Se estaba agotando el tiempo y teníamos temor de no alcanzar a enviar el certificado; sin embargo, la invitación fué enviada muy rápidamente y logramos obtener la visa de turista por una sola entrada y por tres meses de vigencia.
El vuelo tenía un itinerario muy largo. Llegamos con retraso a Miami y perdimos la conexión que teníamos para Seattle vía San Luis, por lo tanto tuvimos que esperar que hubiera otro vuelo que finalmente hicimos por Dallas. Llegamos a Seattle después de media noche con un gran cansancio. Sin embargo madrugamos para salir por vía terrestre a Vancouver. El trayecto es corto y se hizo sin novedad, el único detalle estuvo en la frontera donde tuvimos que parquear el carro y entrar a las oficinas de inmigración al estilo de los aeropuertos y nos hicieron una corta entrevista donde preguntaron el motivo del viaje y otras preguntas que no recuerdo. Luego ingresamos al país y nos fuimos para Vancouver, atravesamos la ciudad y llegamos directamente al wistler que es el sitio donde se practica sky y es famoso por ser la sede de los juegos de invierto en 2010. Como estabamos en Septiembre no había nieve, sin embargo subimos en cabinas llamadas góndolas, hasta lo mas alto de la montaña y pudimos entrar en contacto con la nieve. Fué una muy buena experiencia.
En los dos días siguientes estuvimos conociendo el Stanley Central Park ubicado en la mitad de la ciudad de Vancouver, el Acuario, el centro de la ciudad, un mirador muy bello que hay en las afueras y conecta con senderos peatonales a la zona boscosa, en fin, fué un tour muy agradable donde se pudo observar la naturaleza que está por todas partes, la limpieza de la ciudad, el civismo de los habitantes, lo ordenado del tráfico vehicular, etc, etc.
Otro día nos dirigimos a la isla de Vancouver donde está la ciudad de Victoria, capital del estado. Que experiencia tan especial. El paso en un Ferry - buque gigante con todas las caracterìsticas de crucero, inolvidable. El recorrido por la isla muy chévere y la ciudad de Victoria, me pareció absolutamente espectacular. La zona donde se encuentra las oficinas públicas es en una bahìa fuera de serie, con orden, edificios de una arquitectura única, flores por todas partes y barcos que llegan casi hasta la calle. Es todo un espectáculo. Por la noche regresamos de la misma manera a Vancouver. Al día siguiente fué el regreso para Seattle, con asistencia al evento científico.
Yo tenía una gran expectativa por conocer Seattle como ciudad Norteamericana diferente y bella. Sin embrago frente a Vancouver y Victoria no hubo comparación, la superaron ampliamente en todos los sentidos.
El regreso no tuvo inconvenentes.
El vuaje me sirvió para reafirmar mi deseo por inmigrar. La experiencia fué positiva desde todos los puntos de vista.
Hasta pronto.
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